Russ Marek, ganador de la Medalla de Bronce y el Corazón Púrpura, dos de las medallas militares más importantes, no es un hombre como todos. En realidad, él y su historia son bastante extraordinarios. Mientras se encontraba en el ejército sirviendo a su país, Russ estaba en una misión de rutina cuando su tanque fue derribado por el fuego del enemigo. La explosión voló la torreta de veintiuna toneladas del tanque por lo alto del cielo. Su tripulación entera murió y Russ resultó gravemente herido. Después de ese evento, Russ quedó tetrapléjico, en una silla de ruedas. Había perdido su lado dominante, la pierna y el brazo derechos, soportado graves lesiones cerebrales, casi no podía hablar, y el veinte por ciento de su cuerpo estaba cubierto de quemaduras. Mientras enfrentaba desafíos imposibles de comprender, terribles dolores físicos y traumas emocionales inquietantes, Russ irradiaba una sonrisa desde su interior y tenía un centelleo en sus ojos. Tres años después, Russ fue invitado a hablar en una ceremonia para honrar héroes de guerra, como él. Sorprendentemente, caminó despacio al podio con la ayuda de muletas. Dio un sentido discurso de agradecimiento y dejó claro que aunque aún está en tratamiento con obstáculos para vencer, un día muy pronto vivirá independientemente en su casa. Encontrarse a Russ es ser testigo de un milagro andante. La habilidad de Russ para pensar menos en el pasado y concentrarse más en vivir una vida plena e independiente es su fuerza. Debido a la motivación y el coraje de Russ, estoy seguro de que lo logrará.